Aunque «la seguridad del equipo y la calidad el producto» será lo primero.
«No tomaré ninguna decisión, ni nadie en Microsoft me pediría que lo hiciera, que comprometa la seguridad de los equipos por el beneficio económico a corto plazo de un producto», ha declarado Spencer.
La fabricación de Xbox Series X se lleva a cabo en China, y según cuenta Spencer la cadena de suministros está empezando a funcionar de nuevo. «Podemos ver cómo empezamos a recibir cosas de las fábricas y eso está funcionando para nosotros,» explica.
«Ahora mismo no hay nada que indique que no vamos a llegar a la fecha que hemos planeado, pero también diré que esto sucede en tiempo real y que voy a poner la seguridad de los equipos como prioridad máxima, junto a la calidad del producto.»
Aunque de momento la compañía no ha anunciado retrasos para Xbox Series X o Halo Infinite, Spencer asegura que desarrollar desde casa no es una tarea sencilla y siente que los equipos están «bajo presión.»
«Crear videojuegos desde casa, con equipos enormes de cientos de personas, no es fácil. Los videojuegos tal y como los conocemos ahora son gigantescos, con una base ingente de assets en cada uno de ellos,» comenta.
«Ahora mismo las cosas no son fáciles. Creo que hay presión. Puedo sentirla en los equipos, están estresados.»
Sobre si Microsoft tiene un plan alternativo en caso de que la situación se alargue más, Spencer dice que no quiere hacer suposiciones en estos momentos. Confirma, no obstante, que la compañía no está interesada en un lanzamiento escalonado en distintas regiones, algo que aprendieron de Xbox One.
Xbox Series X y Halo Infinite llegarán, si todo va bien, a finales de este año.